
El sol empìeza a ocultarse, pero intento sostenerlo en mi mente para tener un poco más de luz. Todavía no puede hacerse de noche. Aún no. Mientras mantengo esa pugna, tú te sientas al borde de la cama y me observas.
-Es tarde; deberías volver a casa.
- Sí, tal vez...
Sonríes, pero no te atreves a decir nada más. Unos blue jeans un poco roto y una espalda fina suave blanca,perlada por el sudor no ayudan a ser demasiado convicente. Todo lo contrario.
- Voy a hacer una llamada. En teoría creen que estoy solo ahora mismo...
Cuando te levantas, tu piel adquiere un brillo intensísimo. Me derrumbo; esa visión es más de lo que mi estructura interna pueda soportar. Me tumbo y contemplo la imprefeción del techo, que como una pantalla de cine parece proyectarme.
De repente, suena el timbre. "¡Abre tú!", me parece oír desde el baño. Me visto como puedo y de la forma más decente que las prisas me permiten y me dirijo hacia la puerta sorteando cojines, zapatillas y camisetas.
- Hola, buenas tardes.
El tipo me miraba de forma extraña, pero aliviado, como si hubiera hallado en mi lo que estaba buscando.
- Hola, buenas, ¿en qué puedo ayudarle?
- Sí, eh... Verá, busco a la señora (x) , ¿está por aquí?
- Sí, pero me temo que no puede atenderle. ¿Es algo importante?
- ¡Oh, en absoluto! Sólo pasaba por aquí y había pensado en saludarle, eso es todo...
El rostro del tipo se esombreció de golpe y sus pupilas parecieron empequeñecerse a toda velocidad. Apesadumbrado, se dio media vuelta y me dijo adiós con la mano, a lo lejos. Cuando cerré la puerta, apareciste tú. Seguías sin camiseta, pero al menos te habías dignado a abrocharte el escote.
- ¿Quién era?
- No lo sé, pero quería verte. Estoy seguro de que lo sabía. Ya lo sabe demasiada gente. No sé yo si esto...
- Mira, desde el principio lo tuve claro y te lo dije. Lo que tengo es sólo para ti y para mí. No quiero compartirlo con nadie y no es algo a lo que vaya a estar dispuesto en los p`róximos mil años. Sólo yo tengo el frasco y no voy a permitir que nadie me lo arrebate. Quiero que esté con nosotros...
Calma. Sólo el ruido de ramas y el viento que provoca el sol cuando se esconde.
Me miras con los ojos muy abiertos.
- Yo... (siento dudas y hasta un cierto miedo)... Te quiero. No sé si significa algo o no quiere decir nada, pero es lo que me sale.
. Significa todo. Nunca la había oído tan llena de sentido. Me faltaba algo y acabas de dármelo. Ya no puedo pedir nada más.
Me hincho de orgullo y te abrazo. A pesar de que a veces pueda parecer un saco lleno de cosas sin sentido alguno ni orden ni concierto, estoy seguro de que ahora, precisamente ahora, nada va a fallar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario