La institución educativa y más concretamente un Centro Educativo posee una estructura empresarial en donde se pueden diferenciar los diferentes roles que componen las personas integrantes de dicho sistema.
Las familias pueden ser interpretadas como los clientes de la empresa, el profesorado y agentes encargados de la educación no formal como los trabajadores y trabajadoras, el equipo de dirección, como el órgano de toma de decisiones y el alumnado como el producto a realizar.
Desde la perspectiva de la inteligencia emocional,defendemos que cualquier organización empresarial a fin de satisfacer las demandas de sus clientes y producir un buen producto, tanto la dirección como los trabajadores y trabajadoras deben desarrollar una serie de competencias emocionales básicas.

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