Toma mi ventana
Toma mi espejo
ese despiadado pedazo de vidrio que sabe más de la cuenta
Toma cualquiera de mis silencios,
incluso el que vive debajo de las palabras
Toma estas manos que han empuñado y acariciado
Toma mis pies que han andado por campos minados
Toma esta lágrima no vertida
este verso no escrito
Toma una de mis pieles, la más desgarrada, la más ajada
Toma de mí lo que quieras
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